La política es algo que ha dado mucho, mucho, muchísimo de
lo que hablar desde siempre. En el momento en el que las personas se vieron
capaces de votar, de elegir a sus representantes y de elegir el futuro de su
país, un sentimiento de responsabilidad hacia ello nació en nosotros.
Tenemos la necesidad de mantenernos informados aunque sea lo mínimo, la
necesidad de saber qué ideas tiene cada partido político, etc.
Pero hay veces en las que ya no sabes que pensar sobre cada
uno.
¿Quiénes son los buenos? ¿Quiénes son los malos? Son las
preguntas que diría un niño ante esto.
Por una parte tenemos la corrupción con todos los revuelos
que ha causado, por otro lado la ideología política de cada persona, las
ideologías de cada partido…
Primero la política se divide en dos: Los de derechas y los
de izquierdas.
Ante ello la pregunta es obvia: ¿Quiénes son los de derechas
y quiénes los de izquierdas?
De una manera simple y un poco “de andar por casa”, los de
derechas son aquello partidos políticos con ideas más conservadoras,
individualismo, propiedad privada…Lo tradicional, por así decirlo. Y los de
izquierdas son lo opuesto: progresistas, colectivismo, propiedad pública, etc. Y según estos tipos cada partido tiene una ideología.
Hasta hace años los partidos eran el PP, el PSOE y "el resto",
ya que el PP era la máxima representación de la derecha y por su contra, el
PSOE la mayor representación de la izquierda.
Y aunque hoy en día hay más partidos políticos emergentes
que aparecen y que interesan a la gente (como Podemos, Ciudadanos, etc.) todos
se empeñan en situarse en alguno de esos dos lados, por lo que si no eres de
derechas, eres de izquierdas, y si no eres de izquierdas, eres de derechas. E
incluso hay algunos que intentan ser de centro, pero siempre con alguna
tendencia, a lo que pregunto:
¿Sus madres nunca les han dicho eso de que “en el término
medio está la virtud”?
Nosotros no queremos esto o lo otro, queremos lo mejor de
esto y lo mejor de lo otro.
Pronto se acercan las elecciones del 20 de diciembre, los
partidos ya han sacado sus propuestas y han comenzado sus campañas electorales.
A mi especialmente no es que me llame mucho la atención la política, nunca lo
ha hecho y dudo que en un futuro lo haga, pero aun así me veo obligada
moralmente a, dentro de unos años, usar el derecho a voto por el que mis antepasados y los de todo el
mundo lucharon hace ya un “tiempecillo”, pero cuando tenga que votar, después
de haber leído algunas de las propuestas de los partidos que se presentan, me
niego a tener que votar a un partido político que me ofrezca solo la mitad de
lo que necesito.